Soy Anna Ramos, Experta en Energética Holográmica Facilitadora en Constelaciones Familiares, Terapeuta Floral y complemento mis terapias con la Numerología, la Pluma de Luz y el fantástico Ho’oponopono.
- Diplomada en Energética Holográmica por Amparo Levratto y abalada por Nunchy Balado
- Diplomada en Esencias Florales por Ian White (creador del Australian Bush Flower Essences)
- Diplomada en Numerología Pitagórica
- Diplomada como Facilitadora en Constelaciones Familiares en consulta individual (Centro Guial)
- Diplomada en Pluma de Luz de Aura Soma (Renatta Shengchi)
- Diplomada en la Técnica de Ho’oponopono
Mi relación con el mundo terapéutico viene de lejos, y es que ya con tan solo 6 años, mi madre me llevaba a hacerme la Energética Holográmica y ella me enseñó que no solo existe un mundo físico, un mundo terrenal, sino que hay un mundo mental, emocional, energético, espiritual… Podría decir que las terapias y el mundo metafísico siempre han formado parte de mi vida desde que tengo uso de razón.
La vida siempre me ha dado grandes lecciones, algunas muy duras, como la muerte de mis padres o el accidente terrible de mi hermano, pero nunca me planteé ser terapeuta, todo lo que sabía y las técnicas que adquiría las usaba para sanarme a mí o mis amigos y familia.
Pero cuando pensaba que la vida ya no me podía dar más fuerte, me sacudió de nuevo cuando nació mi hijo y fue entonces cuando me lo replanteé todo. TODO. Mi vida dio entonces un giro de 180º y aunque tenía miedo, sabía que ese era mi camino, conecté con mi verdadera esencia, con mi Dharma.
Entonces decidí que eran esas terapias que conocía en primera persona, las que quería aplicar para más gente y ayudarla igual que me han ayudado a mi a lo largo de mi vida. Mi manera de trabajar siempre es desde el corazón, desde el amor y a través del acompañamiento completo y profundo del paciente para poder comprender y sanar su conflicto a través de la terapia y dándole las herramientas necesarias para su bienestar físico, mental y espiritual.
Trabajo desde el respeto absoluto por la otra persona y me pongo al servicio del otro. Siempre he sido una persona muy inquieta y me encanta aprender cosas nuevas, tanto que siempre estoy estudiando algo nuevo, leyendo, o inventando nuevas maneras de ayudar. De esta manera puedo comprender mejor a mis pacientes y puedo hacer un mejor abordaje terapéutico.